sábado, 4 de septiembre de 2010

Imprescindible necesidad de reflexión sobre el 5 de junio de 2009

Muy buenas noches a cada uno de ustedes. Ante todo, quisiera pedir la comprensión de cada uno, por escribirles sin necesariamente conocerlos.

Este escrito tiene dos objetivos muy claros: 1) reflexionar sobre el hecho del 5 de junio de 2009 y 2) sacar algunas lecciones que nos sirvan para resolver problemas similares a futuro.

Lo ocurrido el 5 de junio de 2009 fue un caso muy lamentable. Lamentable el liderzazo asumido por los mismos líderes, sí; pero también comprensible la opción por la marcha como un camino para hacer escuchar las demandas de la Comunidad Awajún ante la indiferencia y el poco interés por parte de la “élite política” del país acerca de la problemática de la Comunidad Awajún. Esto no justifica de ninguna manera las lamentables consecuencias del caso en cuestión, porque las vidas perdidas, hagamos lo que hagamos, no pueden ser revividas, por más que queramos.

Si la demanda de la Comunidad Awajún al gobierno en turno de nuestro Estado peruano era justo, esto no amerita duda alguna. Pues, nunca la Comunidad Awajún estuvo en la elaboración de los polémicos decretos legislativos, y peor aún, fue consultada como así lo estipula la Constitución política de nuestro país.

Las opiniones que exigían a la Comunidad Awajún para que señalase los puntos lesivos de los decretos legislativos, en el fondo, era para ocultar el origen ilegal de la elaboración de los mismos decretos legislativos como tomar a la Comunidad Awajún de ingenua. Si un extraño una vez tomado la decisión sobre el futuro de nuestras casas nos dijese: dígame cuál es mi falta, entonces, habría que ser peor que un imbécil para no darse cuanta y sentar con “alegría” para negociar, cuando el mismo extraño adoptase una actitud de indiferencia, y muchas veces, discriminadora.

Ahora bien, si la opción de la marcha, la toma de la carretera fue el camino más adecuado, pues es evidente que no lo fue, y de esto nadie lo duda. Tampoco nadie duda que no teníamos ni tenemos a nuestros propios representantes en el Congreso para asumir las causas de la Comunidad Awajún.

Del mismo modo, fue una total falsedad las acusaciones inmaduras que se hicieron contra la Comunidad Awajún: 1) de ser manipulada por los extranjeros o por algún partido político, 2) ser antidemócratas y estar en contra del desarrollo del país y, 3) ser de segunda ciudadanía, por lo tanto, una comunidad aniñada, incapaz de encaminarse, a quien hay que volver a civilizarla. Como se nota, fueron acusaciones muy fuertes contra la Comunidad Awajún., pero todas ellas muy falsas.

Primero, nuestra relación con la Naturaleza, pues, nadie nos enseñó ni nos enseña para que nosotros podamos defender a nuestras tierras, tierras por lo demás, nuestras y de nadie más. La comunidad extranjera sumida al consumo compulsivo, a mi parecer y según mí entender, dista mucho del estilo de vida de la Comunidad Awajún. Asimismo, que algún miembro de la Comunidad Awajún sea militante de algún partido político del país, pues, no significa que la Comunidad Awajún también lo sea para seguir órdenes de tal partido político. Primero, porque la Comunidad Awajún tiene su propio estilo de vida: basado en el Waímat. Segundo, porque tenemos nuestra propia perspectiva de lo que es la vida y la organización política. Ideológicamente, la Comunidad Awajún no comparte con ninguna ideología política del país. Si bien la Comunidad Awajún apuesta por la democracia liberal, no por ello ella deja de ser crítica con la misma.

Segundo, la Comunidad Awajún nunca ha usurpado la propiedad de ningún pueblo, menos aún ha invadido lugares ajenos, tampoco ha pretendido imponer prácticas autoritarias y antidemocráticas en ningún lugar del mundo. Más aún, la Comunidad Awajún, una vez asumida el pacto nunca ha faltado a su palabra, porque viniendo de una tradición oral, siempre ha creído y ha cultivado en el cabal cumplimiento de la palabra dada, ya que es un acto de caballerosidad cumplir y ser consecuentes con la palabra dada. Lo que es la perfecta consecución de lo que es la honradez.

Asimismo, la Comunidad Awajún jamás ni antes ni hoy ha estado en contra del desarrollo del país. Al contrario, siempre ha enseñado a sus criaturas a formarme competitivamente para lograr un cabal desarrollo en todos los sentidos dentro de la buena vida: shig pujut. Una vida libre y verdadera. La Comunidad Awajún siempre ha apostado por el desarrollo del país, uno de esos gestos, por ejemplo, es el haber dejado la explotación de los petróleos de la estación seis y los demás pozos petrolíferos dentro de su territorio, sin recibir nada a cambio, nada que sea para el desarrollo local, regional, y al parecer, tampoco del país. Porque, nuestro país tampoco tiene industrias. La Comunidad Awajún estuvo en la guerra contra el Ecuador en el año 95, demostrando su real compromiso con el desarrollo libre e independiente del país. Todos estos gestos y muchos más, son pruebas irrefutables de la Comunidad Awajún contra la acusación de estar en “contra del desarrollo de la nación”, una falsa impugnación por parte de quienes subestiman tanto a la Comunidad Awajún como al pueblo peruano en general.

La Comunidad Awajún no apuesta por la ilegalidad para llevar a cabo los proyectos reales para el desarrollo del país, tampoco ella es partidaria del populismo aunque la estén infestando con ello, mucho menos apuesta por la mentira y el envilecimiento de las personas, porque la Comunidad Awajún sabe que proceder de esa manera es ir deliberadamente hacia el propio autoaniquilamiento, y por lo tanto, reconoce que todo ello es, en verdad, un proceder totalmente antidemocrático y contraria a la buena apuesta y el esfuerzo responsable por el desarrollo del país.

Tercero, la Comunidad Awajún sabe muy bien que un acto de segunda ciudadanía es no saber ubicarse en un contesto plurinacional y multilingüe. La Comunidad Awajún sabe que, por lo tanto, un acto de segunda ciudadanía es proceder de manera ignorante en una realidad tal, puesto que, dicha ignorancia hace al individuo que actúe de manera muy aniñada, carente de toda responsabilidad y contra la vida democrática, y ser por lo tanto, una amenaza real para el desarrollo del país.

Por eso, la Comunidad Awajún sabe muy bien que no es ella a quien habría que civilizar, sino al individuo que actúa con claros actos de segunda ciudadanía: incapaz de ubicarse en un contexto democrático, en un contexto plurinacional y multilingüe y no ser responsable en el desarrollo del país.

Por otro lado, las principales lecciones luego del 5 de junio de 2009, a mí paren son:

a) Contar con una sólida organización tanto económica, jurídica y política como social y cultural.

b) Ser transparentes en la asignación en la representación política para que falsos “líderes” no nos engañen ni se aprovechen de la Comunidad Awajún.

c) Resolver los problemas mediante los respectivos mecanismos dentro del marco democrático, siendo muy consientes de los abusos existentes para poder luchar firmemente contra los mismos.

d) Trabajar de manera conjunta y formar tanto políticos como profesionales que trabajen con la Comunidad Awajún y el país entero, de manera responsable para poder hacer de este país un país desarrollado. Pues, si las bases no están bien desarrolladas ni organizadas, la Capital, por más organizada y adelantada que esté, no podría hacer frente y resolver de manera sustentable y sabia a los grandes retos y embates que desafían tanto al país como al planeta tierra.

Esperemos, pues, que la reflexión hecha en este escrito, nos pueda servir para estar más comprometidos con la Vida.

Finalmente, de nada servirá toda esta reflexión si no nos organizamos a conversar en talleres sobre el caso del 5 de junio de 2009. Los profesionales Awajún, hoy más que nunca, tenemos que reunirnos, allí donde estemos, para intercambiar ideas, experiencias, posibilidades, ilusiones, etc.

Seé Kuáshat = Muchas Gracias.


Édinson Tsajuput Anguash. Lima, 4 de setiembre de 2010.

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